jueves, 23 de octubre de 2014

- CARTA AL DESTINO 29: " Sobre un sueño 2: los cuatro caballos del cielo"

Querido amigo, hace una semana tuve un sueño fantástico y real, una nueva experiencia (porque hay sueños que se vivencian como eso, experiencias). Siento en el cuerpo un registro como si hubiese estado en ese lugar en el que (en apariencia) "nunca" estuve. 

Estaba en el sur, no se claramente si Rio Negro o Neuquén y tampoco recuerdo porque había tenido que hacer una escapada hasta allá, pero así fue y estaba contento con la idea de alejarme de la ciudad.
En el trayecto pase primero por un paisaje desértico, lleno de montañas y montes de tendencias rojizas, sin plantas, con piedras, caminaba por un camino hasta que llegue al pueblito al que debía ir y estaba a orillas de un lago. Era rústico, no había cemento y estaba lleno de árboles. El clima era ideal, fresquito y agradable. Estaba sentado en absoluto relax (estirado, medio acostado con los brazos detrás de la nuca) en un banco de madera estilo "banco de plaza" mirando al lago y al pueblo, la gente con actitud re tranquila, como de vacaciones, los miraba en su transito, y disfrutaba de esa distancia, de ese anonimato propio de un extranjero.
Recuerdo que respiraba pacíficamente y disfrutando, lleno de oxigeno; estaba atardeciendo.  De repente miro al cielo y veo, así como si nada, a 4 caballos briosos con un pelaje hipnóticamente brilloso y al galope; los miraba maravillado, con sorpresa y a la vez con naturalidad. ¡Un delirio de maravilla!. Estaban corriendo sueltos y libres, los cuatro juntos alineados (como cuando empujan un carruaje) con sus cabezas y crines en movimiento. Galopaban formando un gran circulo arriba mío. El primero era todo negro, el otro todo blanco, el otro marrón rojizo con crines negras y el otro de otro marrón o algún pelaje que no recuerdo bien. Estaba fascinado mirándolos con ese brío, galopar y sumergirse en las nubes como si fueran de agua (Algo así, no me olvido mas!) ¡Eran perfectos! ¡perfectos! ¡hermosos!. En ese momento me dije : ¡Que bárbaro! ¡vi a los 4 caballos! (como si se hubiese tratado de la aparición de algún caballo sagrado o mítico)...(el sueño sigue) 


Me sentía despojado, con esa calma propia de un estado sin-pensar (el mejor de los estados) respirando hondo, sintiendo la brisa, el atardecer y mirando la vida tal cual es, sin apuro. (algo así) 


Salud!

El Crudo

Pd, Hercules me mira caminando como un Hercules Pd2, A partir de estas experiencias oníricas, descubro al sueño desde otra mirada; a veces, no solo como resonancia de deseos reprimidos, miedos etc (los sueños mas comunes), sino una apertura, una entrada, un umbral a otra dimensión tan verdadera como la que consideramos verdadera, y lo que alli experimentamos nos modifica y nos complementa. ¿Estaré volviendome loco?


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