martes, 29 de enero de 2019
- CARTA AL DESTINO 48: " Para Ulises 8"
Ulises,
¿Cómo puede un amor tan bello terminar?, ¿cómo pueden dos cuerpos que se conocen en silencio y se entienden, alejarse por sus mentes hasta ser desconocidos? ¿Cómo, aun asi, nuestros cuerpos solo saben de amor?
Quizá sea cierto que el pensamiento es cuerpo, y se han formado varios que de tan presentes se pueden tocar como las nubes. Ya ni quiero escribirte, ya no tengo esa chispa que me motivaba a encontrarte, porque encontrarte fue un tesoro y una inmensa fascinación, tan grande y luminosa, que develaba todo mi ser hacia el mundo; y hoy me siento confusa. Te miro y no te encuentro, ya no se que es verdadero, no creo en tus palabras cambiantes como mis estados anímicos. Somos almas gemelas entre el cielo y el infierno.
“No hay muerte, solo mudanza” dijo un sabio
Penélope
¿Cómo puede un amor tan bello terminar?, ¿cómo pueden dos cuerpos que se conocen en silencio y se entienden, alejarse por sus mentes hasta ser desconocidos? ¿Cómo, aun asi, nuestros cuerpos solo saben de amor?
Quizá sea cierto que el pensamiento es cuerpo, y se han formado varios que de tan presentes se pueden tocar como las nubes. Ya ni quiero escribirte, ya no tengo esa chispa que me motivaba a encontrarte, porque encontrarte fue un tesoro y una inmensa fascinación, tan grande y luminosa, que develaba todo mi ser hacia el mundo; y hoy me siento confusa. Te miro y no te encuentro, ya no se que es verdadero, no creo en tus palabras cambiantes como mis estados anímicos. Somos almas gemelas entre el cielo y el infierno.
“No hay muerte, solo mudanza” dijo un sabio
Penélope
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario