martes, 5 de septiembre de 2023

- CARTA AL DESTINO 51 : "Para Ulises 9"

 Querido amigo, 


¿Alguna vez excavaste la tierra imaginando que chocarías con alguna lata u objeto que guarde un tesoro? Puedo recordar ese momento tan estimulante habiendo encontrado caracoles raros en desiertos, o restos de alguna tinaja antigua en parajes alejados y salvajes, o un pequeño fusil de bronce y cobre a orillas de un lago silencioso; pero nunca había desenterrado un tesoro en plena ciudad. Ahora bien, lo que te estoy por contar sucedió en Buenos Aires en un lugar que desde siempre me hizo imaginar lo imposible: El Parque Lezama.


Era un día como cualquier otro y caminaba sobre Defensa en dirección a Martín García. Al momento de cruzar Brasil siempre se presenta la inquietante pregunta: ¿Seguir derecho o atravesar el parque de los senderos que se bifurcan?. Decidí este último, suele ser inevitable.

En un punto certero del tránsito, el libre albedrío me hizo salir del camino elegido para ahondar aún más en la amplitud que ofrece lo incierto. Repté con manos y pies por las imponentes raíces del antiguo ombú -aquel que se encuentra muy cerca de la loba llorona- para cruzar hacia el otro lado atravesando su tronco el cual forma un hueco oval zigzagueante.

En ese proceso creativo vi resplandecer un punto blanco entre esos retorcidos entrelazamientos cercanos a la tierra. Con paciencia y delicadeza logré sacarlo de ese añejo escondite y maravillado descubrí que se trataba de un sobre que contenía una carta. Su papel, marcado por la humedad y la tierra aún dejaba leer estas palabras: 



Ulises


Tu naturaleza te lleva a moverte sin cesar hacia lugares donde solo hay espacio para tu deseo de conquista. Las circunstancias te convirtieron en héroe, y ese camino sinuoso labró en vos el deseo insaciable de hacer de tu espíritu un imperio que muestre a los otros tu poder. Tanto que tu cuerpo ya es una armadura impenetrable hasta para vos mismo. 

Solo debías abrirte a mi y destapar tus miedos tan colosales como las historias que traían los vientos y te hicieron gigante. 

Habiéndonos encontrado entre portales volvimos a ver reflejado el infinito, pero hasta eso maravilloso no es suficiente, vos seguís deseando alejarte, solo. 


Entre esa espera sin tiempo algo distinto en mi se forjó y ha despertado. Aquello que se revela en sueños ha marcado el camino de mi vida.


Al final, quizá sea yo la que se aleja.


Penélope




Confieso que las cartas de amor son una debilidad, me hacen sentir deseos de sentarme en un banco y mirar la gente pasar. Es verdad, los agujeros de gusano existen y los ombúes -que con sus raíces desentrañan misterios como las brujas revuelven una olla- pueden resultar un buen puente para atravesarlos.


Vuelvo a pensar en esta carta y en ellos e intento imaginar sus rostros en un ejercicio tan común como el de pestañear, pero es en vano. Creo que me he convertido en un coleccionista, o mejor aun, el guardián de estos tesoros. Si tuviera que ponerle un nombre a la caja donde las guarde éste sería: "Penélope y los mil rostros de Ulises"


¿Qué será de ellos?


El Crudo.


Pd: Hércules camina por mi cabeza, mueve sus patitas de coleóptero muy lentamente


sábado, 19 de agosto de 2023

-CARTA AL DESTINO 50: "La casa laberinto"

 

Querido amigo: 

Cuatrocientos años pasaron desde mi última carta, podrás imaginar las aventuras que he sorteado desde entonces.  Hoy te compartiré una: la experiencia de haber vivido en una casa laberinto.

Estaba situada en un asentamiento humano muy ruidoso entre montañas desérticas y ruinas de culturas antiguas. La casa se desplegaba hacia los costados pero sobre todo hacia arriba y hacia abajo. Por fuera un barrio relativamente normal, nada indicaba que la puerta negra de chapa que se veía en la vereda era un portal de índole telúrico. 
Tenía tantos cuartos como puedas imaginar en un laberinto. Eran cuartos oscuros sin ventanas que daban a nuevos cuartos -algunos en penumbra, otros con mas fortuna de recibir luz natural- Cuartos de forma cuadrangular, otros creando formas geométricas irregulares, planos inclinados, y otros como espacios nulos. Ventanas que daban a otros cuartos, otras daban a escaleras y otras a paredes vacías. Escaleras por doquier y en distintas direcciones que ponían a prueba la vida cada vez que subía y bajaba pisos, y entre pisos, por fuera y por dentro; algunas de ellas tenian sus escalones irregulares en alto y ancho, y no tenían baranda donde agarrarse. Pisos como escalones de escaleras. Ecos de sonidos de este mundo y de otros. Plantas sin brillo propio y caracoles refugiándose en ellas, un gato blanco de ojos color rubí que solo miraba sin interactuar y algún que otro insecto -sobre todo moscas, mosquitas, hormigas voladoras, polillas y ácaros-. Mirar sus rincones era siempre asombroso, inimaginable y de dudoso encanto. Aun en su fealdad, su natural extravagancia y sus matices surrealistas la hacian digna de fascinación. Incluso he imaginado a Gaudí inspirandose en ella y los mundos fantásticos que se gestaban en sus sombras.

Dormía en una habitación compartiendo el espacio con dos espíritus que según me contaban no eran del todo amigables: una señora de sombrero negro y un espectro sin forma. Supongo que hubo algún acuerdo tácito de respeto entre ellos y mi ánima porque felizmente no me molestaron (les habré caído bien supongo, quizá de noche quien sabe jugábamos cartas en la mesa del cuarto de al lado). Estaba enterado de otras presencias en esta residencia pero sobre ellas no supe nada. Si, esta casa era densa e intensa, y su cuerpo interior dejaba ver todas las transformaciones que fue teniendo, tantas como movimientos humanos la atravesaron. Sin embargo, aun si las paredes hablaran, sus historias iban mas allá de la memoria de su tiempo material, vibraba en ella una frecuencia aun mas baja y profunda: fue construida sobre un cementerio Inca. 

 En ese devenir visible e invisible sucedió una noche que me descubrí parado en uno de sus cuartos sin ventanas mirando hacia donde moverme cuando crucé mi mirada directa y certera con la de un hombre joven -semi desnudo de cuerpo normal ni escuálido ni musculoso, de ojos muy grandes, negros, filosos, redondos y determinantes, con rulos muy definidos de forma circular- quien hundiéndose en la oscuridad me dijo: “Ya te vi!”. Desperté recordando el timbre y eco de su voz, e intranquilo auto convenciéndome que era un guardián decidí seguir durmiendo intentando no volver a ese sueño…Al año siguiente lo volví a ver, en el rostro de un dios Mochica… 

Emprender una travesía es definitivamente para valientes. ¿O será que cada cual descubre su coraje y valentía cuando lo hace?. Lo que nadie te dice es que viajar no es solo aventurarse a la vida que se experimenta con los ojos abiertos, sino incluye también la interacción con seres y lugares, aquellos múltiples y simultáneos  que se transitan cuando se duerme. Viajar es un desplazamiento indivisible entre el sueño y la vigilia.

Esta casa fue mi morada por un tiempo largo. Cuando mude a una nueva residencia creí haberla dejado atrás pero no fue mas que un alejamiento, una ilusión de libertad que "ella" me permitió hasta que me atrajo nuevamente como un imán. Fue en este retorno cuando miraba mi rostro en uno de sus espejos que me ví como un anciano de mas de 400 años. Entonces me di cuenta que debía salir de ella, urgente, ya había estado demasiado tiempo en el laberinto.

Hoy puedo decir que la casa me dejó ir, porque Lima me dejo ir.

 El Crudo 

 Pd: Hércules esta parado sobre mi hombro con sus ojos siempre negros.

domingo, 3 de noviembre de 2019

- CARTA AL DESTINO 49: "El llamado del Puma"

Querido amigo,

 Llevamos el espíritu de un animal dentro, si acaso fuera solo uno, pero ¿cómo reconocerlo?

 Los seres humanos debemos superar aunque sea una vez en la vida pruebas que impliquen un enfrentamiento cara a cara con la muerte. Caminando por terrenos solitarios del noroeste argentino pensaba: ¿y si me salgo del camino y me voy a lo salvaje, me encontraría con el puma?; en ese caso ya tenía instrucciones de como actuar. Aun si lograra reaccionar como es debido ¿sobreviviría a sus garras?, ¿me podría quedar quieto frente a semejante amenaza? Siguiendo esta pregunta ¿podría ser que el animal estuviera simbolizado por otra cosa y ya he superado tal prueba?. ¿Acaso lo necesito para renacer y descubrir que me he convertido en guerrero y he trascendido mi experiencia humana en esta tierra?. ¿Acaso no es igual de valiente y necesario el ejercicio de intuir el peligro y la muerte antes de someterse al libre albedrío de este destino?

 Amigo, muchas preguntas porque si.

Si, definitivamente he superado tal prueba. El puma esta dentro mío. En algunos momentos lo descubro en mi mente, a veces lo veo como si mirase mi reflejo en un espejo. No es que adquiero su forma, sino que es una energía a veces de aire, a veces de agua, a veces de fuego y puedo sentirlo en movimiento viajando por mi sistema nervioso; o latiendo en mi corazón. A veces quiere poseerme alentandome al riesgo, pero ya he aprendido a no dejar su espíritu voraz fluir en esa dirección.

 El puma es Lima, y estoy cara a cara con ella (pero sobre ello escribiré una carta aparte).

 ...

 Cuando estoy en silencio, Hércules se queda quieto.

Salud!
 El Crudo

 Pd, Estados de riesgo: Soledad, aquel estado en el cual aun caminando entre miles de personas me siento solo en medio de un espacio inabarcable de extenso, donde todo pierde vibración y resonancia desde uno y hacia uno, y donde nadie puede verme ni oirme.

martes, 29 de enero de 2019

- CARTA AL DESTINO 48: " Para Ulises 8"

Ulises,

¿Cómo puede un amor tan bello terminar?, ¿cómo pueden dos cuerpos que se conocen en silencio y se entienden, alejarse por sus mentes hasta ser desconocidos? ¿Cómo, aun asi, nuestros cuerpos solo saben de amor?
Quizá sea cierto que el pensamiento es cuerpo, y se han formado varios que de tan presentes se pueden tocar como las nubes. Ya ni quiero escribirte, ya no tengo esa chispa que me motivaba a encontrarte, porque encontrarte fue un tesoro y una inmensa fascinación, tan grande y luminosa, que develaba todo mi ser hacia el mundo; y hoy me siento confusa. Te miro y no te encuentro, ya no se que es verdadero, no creo en tus palabras cambiantes como mis estados anímicos. Somos almas gemelas entre el cielo y el infierno.

 “No hay muerte, solo mudanza” dijo un sabio

 Penélope

domingo, 24 de junio de 2018

-CARTA AL DESTINO 47: Vacío


Amigo, ¿alguna vez pensaste en habitar lo inhabitable?


Encontre un vértice tangible. Nada de lo que transito es posible de compartir, porque es indicutiblemente individual y porque al microsegundo que se materializa algo, al microsegundo siguiente se desvanece, todo, hasta mis pensamientos.
Mi cuerpo esta entero liviano como un gato; a veces pesa, se arrastra, estorba; otras es como el cuerpo de un insecto que se mimetiza con el entorno mas próximo para ocultarse de algun depredador, en este caso se mimetiza con lo inabarcable para comprender que nada es mas real en este mismisimo presente que este estado;


V a c í o


El Crudo

Pd, Hércules brilla un color insospechado y cambia

Pd, Uno no es mas expresivo por lo que cuenta, sino por lo que oculta.


martes, 27 de marzo de 2018

- CARTA AL DESTINO 46 : “Eclipse Rousseau”


Amigo, esto es cosa seria y maravillosa.

Alguna vez imaginé un juego llamado “el cono del tiempo”, pero este juego estaba pensado sucediendo entre personas; nunca imaginé que podía darse entre personas e imágenes.


Hoy ví esta pintura de Henri Rousseau, inmediatamente entré en un trance tan sutil, que me permitió seguir con otras cosas triviales simultáneamente, sin olvidar esa imagen resonando suave en mi mente, como si hubiese estado ese lugar en ese preciso momento. 
Que cualidad tiene esta persona al pintar, para generar en mi una alineación atemporal inhóspita -un estar allí y aquí y en algún otro lugar al mismo tiempo- como una elipse;  o como un eclipse:


Sus pinturas me recuerdan a sueños que no recuerdo.


Hércules, me mira inmutable.
El tiempo recupera su movimiento horizontal.
Quizás esta pintura sea un Zahir. 

Salud!
El Crudo
Lima marzo de 2018

Ps, Rousseau era astronauta, o conoce sobre agujeros negros.

Ps, Todo en la vida cotidiana de esta ciudad parece ser surrealista, pero nunca mas real; me voy a tocar una nube al malecón.

sábado, 13 de enero de 2018

CARTA AL DESTINO 45: "Preludio de un vaciamiento"


Aire, hace tiempo no me sentia plenamente entregado y disfrutando el mirar por la ventanilla. 

Ver llanuras en movimiento es de esos goces (estupendamente inservibles) que debemos hacer cada tanto. Miles de direcciones posibles, todo es abierto entre el crepúsculo y el amanecer.

No pienso en casi nada de Buenos Aires, solo en quienes están conmigo en mi cuerpo. El sol lo ilumina todo, y a mi.

viernes, 12 de enero de 2018

- CARTA AL DESTINO 44: "Indiferencia"

Importante! Descubrí que, técnicamente, nada me diferencia de un sádico asesino.

No se el nombre de esta planta, la compré porque sé que da oxígeno en interiores. Todo venía bien, hasta que algo dejó de funcionar en ella, quizá porque la regué demasiado o porque le faltó agua, o por razones de lugar, exceso de luz etc., no supe cuidarla. No averigüé como hacerlo cuando aún estaba a tiempo.  Fui viendo como se fue secando. Seguí sin hacer nada.

Esa planta era un cuerpo con vida que murió por mi apatía; me quedé inmóvil física y emocionalmente, pero no sentí dolor,  sentí vergüenza por mi descuido. Que incapacidad la mía de conectar con otras formas de existencia que no sean la humana, o animal (según que animal). Al final esta planta era mi responsabilidad, respiraba, necesitaba agua y nutrientes. Comprender sus formas de comunicación fue un aprendizaje que no estuve dispuesto a hacer

Se dice que la indiferencia es una actitud de supervivencia de una persona frente a la posibilidad de ser herida, otras veces es exceso de sensibilidad.
En relación a una planta esta actitud esta tiene que ver con la falta de conciencia de aquella como una especie viva que reacciona segun sus estados, se nota una planta cuando esta contenta o triste. 
Estaba en desventaja, fuera de su hábitat dependía de mi cuidado para sobrevivir.
Probablemente el error es que nos hemos criado alejándonos de esta conciencia: todos somos fundamentales, ninguna forma vida es mas, o menos importante en este mundo.

Podría embriagarme de vergüenza y de tristeza pero solo escribiré esta carta y dejaré que la resonancia de su eco vaya perdiéndose en el espacio.

Salud.
El Crudo

Pd Hércules me hizo piquete de ojo


miércoles, 6 de diciembre de 2017

- CARTA AL DESTINO 43 : "Oda a un hombre de áspero brillo"


La entrada de oro de tu futura casa huele a sangre y sudor.
Te gustan las putas pero necesitas una mujer moderada que te muestre respetable y conservador;
Te gusta la plata mas que a las putas y a tu mujer;
Solo descansas pocas horas en un colchón hecho de guita;
Cuando frenas en un semáforo le das un sol a una viejita que vende jugo; 
Te sentís redimido ante Dios.

El Crudo
Lima 1 de diciembre de 2017

pd, Hércules vuela en círculos sobre mi cabeza.