lunes, 25 de marzo de 2013

- CARTA AL DESTINO 18: "Cuestiones de Tiempo y Espacio, Hércules ha vuelto"



 Querido amigo,

Hacia atrás o hacia adelante, es siempre hacia adelante.

Hace tiempo que no te escribo, sucede que viene siendo difícil comprender la ausencia de Hércules.
Dirás que estoy loco, pero su compañía es tan necesaria como lo son los árboles para la tierra. Pero, ¡sorpresa! ha sucedido un acontecimiento deslumbrante.

Resultó que caminando por ahí, entre las inesperadas situaciones que ocultan las calles bonaerenses (ciudad de corazón imprevisible) vi un destello dorado, y al acercarme no era otro mas que mi gran compañero.
Todo lo que pienses ligado a la locura lo entiendo, pero este tipo de acontecimientos no son tan extraños al cuerpo como lo son para la razón. Fijate, si nuestra mirada tuviese la capacidad de ver a Luz en su máxima expresión podríamos ver a cada ser y cosa manifestándose como una revelación incandescente, reverberando colores magníficos como se muestran las escamas de un pez, o el nácar. No lo digo con certeza científica, sino como una intuición luego de contemplar las flores, las piedras, las transparencias de la piel, los reflejos del sol y de la luna.
Así, Hércules, el viajero del tiempo, ha vuelto dorado. No se si me acompaña en esta misma dimensión, o está en alguna otra simultánea a este tiempo y espacio, y se descubre para acompañarme. Es posible esto también, de hecho siempre creí desde la primera vez que lo encontré en aquella playa, que no era de este mundo.

La cuestión es que Hércules ¡ha vuelto!.

Alguna vez imaginé un juego (que podría explicar o reinventar este gran encuentro) llamado “El cono del tiempo”, el cual consiste en lo siguiente:

Supone que cada ser se mueve en el mundo dentro de una gran forma de cono invisible, el cual tiene vértices en movimiento alineados a la coronilla o a la mirada de cada ser (podría imaginarse como un cono gigante con muchos vértices segun cada persona, pero para cada persona es diminuta dentro de este cono y, a su vez, cada persona tiene su propio vértice dentro de este cono)
El secreto de este juego no es la idea de “un único fin” (o una salida, siguiendo el concepto del laberinto), sino de todos los fines deseados en movimiento (inclusive los fines que desconocemos del otro que se ligan a nosotros, los “accidentes”, y también las dimensiones mas allá de nuestra mirada) que en algún punto singular coinciden y pueden seguir alineados para luego quizas volver a separarse y juntarse nuevamente (eso dependería de muchas variables).  Así es que los deseos, los encuentros y/o el contacto “cuerpo a cuerpo” serían objetivos finales de este juego, que no terminaría nunca.
Estos fines se concretarían cuando coinciden dos o mas vértices alineados de distintos seres, momento cuando se concreta “el poder de un instante”. Por ello, mejor se juega cuanto mas alerta se esta al lenguaje del cuerpo, a la empatía, y la intuición del espacio y el tiempo, a su vez, forjando y siguiendo el curso natural de las cosas o rompiendo este curso… Así sucesivamente todo continua en movimiento, dándose nuevos encuentros y desencuentros, de mayor o menor intensidad.

Como ves, el “Cono del Tiempo” es un juego de sincronicidades y revelaciones que cuestiona al tiempo y al espacio, al peso y a la liviandad, como lo es esta misteriosa relación entre Hércules y yo.

En fin, solo te he compartido esto, acá mismo, nada mas y nada menos que esto.
Ahora debo poner al día al intrépido Hércules, varias cosas han sucedido desde entonces.


¡Retomamos las andanzas!
Salute

El Crudo

Pd, Hércules nunca se había ido.

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